“La obra periodística de Planes, desde que llegó de su Manresa natal a Barcelona hasta que los faïeros, en agosto de 1936, le dispararon siete balazos en la cabeza, en la carretera de la Arrabassada, dura unos 10 años. ¡Y qué 10 años! Planes, el autodidacto Planes, según el libro memorable y necesario del joven Finestres, hace, entre otras cosas, que Barcelona conociera, por poco tiempo –hélas!-, la versión catalana del Vu francés –Imatges, en 1930- que lanzara en París, en 1924, Lucien Vogel; hace que el periodismo de investigación conozca a los sin trabajo de finales de los veinte y al gansterismo barcelonés de aquellos mismos años. Crea, de hecho, el periodismo de investigación –Planes es nuestro Albert Londres manresano, muy por encima de los clichés de un Carco o de un Montherlant; y es también el gran cronista de las noches de la Barcelona de 1929, año de la Exposición Universal: Les nits de Barcelona (Llibreria Catalònia, 1931). Y es, ojo, el joven, jovencísimo director de El be negre, semanario satírico. ¿Quien da más?”