Srebrenica, la vergüenza de Europa
El relator de derechos humanos de la ONU dimite y acusa de hipocresía a la comunidad internacional
Mazowiecki asegura que no quiere ser un simple "contable" de las atrocidades
ANA FERNÁNDEZ - Ginebra
"No puedo participar en un proceso ficticio de defensa de los derechos humanos". Con esta frase concluye la carta del relator le derechos humanos de la ONU en la antigua Yugoslavia, Tadeusz Mazowiecki, al secretario general, Butros Butros-Gali, en la que le anuncia su dimisión irrevocable. "Hay una cierta hipocresía sobre Bosnia; aseguramos intentar defenderla pero la estamos abandonando y espero que mi decisión se entienda como una protesta", explicó Mazowiecki en una rueda de prensa en la que volvió a denunciar las atrocidades cometidas por los serbobosnios.
Desde 1992, Mazowiecki ha sido el encargado de verificar la realidad de la limpieza étnica impuesta por los radicales serbios a lo largo y ancho del territorio que han ido conquistando en la ex Yugoslavia. "En Bosnia están en juego la propia estabilidad del orden internacional y de los principios de la civilización", previene Mazowiecki en su carta de dimisión a Butros-Gali. "Tenemos que abandonar la hipocresía", insistió el relator durante la rueda de prensa en la que explicó su decisión.Lo que ha colmado el vaso de la paciencia del ex primer ministro polaco han sido los resultados "inaceptables" de la conferencia de Londres, que "ha levantado acta de la caída de Srebrenica, no han impedido la de Zepa" y se ha limitado a establecer una línea roja en el caso de Gorazde, otra de las hipotéticas zonas protegidas por la ONU. "Es, fácil culpar a la ONU, pero también es cierto que la ONU puede hacer tan sólo lo que sus Estados miembros quieren que haga" matizó Mazowiecki, que se mostró muy crítico con los líderes de la comunidad internacional.
El relator ha explicado en su carta a Butros-Gali que cuando aceptó el cargo en 1992 lo hizo con la condición de que su objetivo no sería sólo el de "redactar informes, sino ayudar a las personas" y sin embargo se ha convertido en un "contable o documentalista" de las violaciones de los derechos humanos en la antigua Yugoslavia. Finalmente, arremetió contra la lentitud y la poca consecuencia", de las acciones de la comunidad internacional.
"Hoy, toda declaración relativa a la defensa de los derechos del hombre pierde su credibilidad" por Ia falta de coraje y de respuestas consecuentes demostrada por los miembros de la ONU, denuncia Mazowiecki en su carta. "Nunca he prometido soluciones milagro, pero no puedo aceptar que no se pueda hacer nada", insistió el relator Mazowiecki ante los periodistas.
Mazowiecki ve en esta difícil decisión, que ha tomado "en nombre de la población bosnia", una forma de ayuda y un mensaje de "protesta" por la hipocresía de la comunidad internacional y espera, como individuo, hacer seguir oyendo su voz en la causa bosnia. "No voy a abandonarle”, afirmó.
El último informe dé Mazowiecki, que estará finalizado dentro de unos 10 días, se centra en los "actos de barbarie" perpetrados por los radicales serbios en Srebrenica, donde todavía no hay noticias de las 7.000 personas desaparecidas del enclave, caído en manos serbias el pasado día 11. Los habitantes de Srebrenica han sido sometidos a torturas y violaciones masivas' como constató tras su viaje a Tuzla. Según el relator, cada vez le resultaba más difícil llevar a cabo su trabajo pues los refugiados le daban la espalda, "porque se sentían abandonados".
Mazowiecki está a favor del levantamiento del embargo de armas decretado por la comunidad internacional contra Bosnia: "Una de dos, o les defendernos nosotros o tienen derecho a defenderse a sí mismos", sentenció. La solución en Bosnia puede llegar tanto a. través de las armas como por la vía de la. negociación, admitió Mazowíecki y reiteró que "el objetivo es alcanzar, una paz justa".