Srebrenica, la vergüenza de Europa
La extradición de Hadzic a La Haya allana el camino de Serbia a la UE
El exlíder serbocroata está acusado de perseguir y asesinar a civiles no serbios
Goran Hadzic, exlíder de los serbios de Croacia acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad, fue extraditado ayer a Holanda, sede del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
Después de una huida de siete años, ni siquiera recurrió la orden de entrega a la justicia internacional. Lo único que pidió antes de marchar fue ver a sus dos familias. Primero visitó a su anciana madre, a su esposa y a su hijo. Luego se despidió de su otra pareja y de su hija, nacida durante los años en los que estuvo escondido. Poco después tomó un vuelo especial fletado por el Gobierno serbio con destino al aeropuerto de Rotterdam.
Desde allí, fue escoltado hasta la prisión de la ONU en Scheveningen (distrito costero de La Haya). Efectuada bajo grandes medidas de seguridad, la operación recordó la llevada a cabo hace dos meses con Ratko Mladic, exgeneral serbobosnio acusado del genocidio de Srebrenica.
La rápida extradición de Hadzic abre una nueva etapa para el futuro que Serbia desea en el seno de la UE. De puertas adentro, la colaboración de Belgrado en el arresto debería facilitar el acercamiento hacia Croacia para cerrar las heridas de la guerra que les enfrentó entre 1991 y 1995. Visto en clave de política exterior, la entrega supone el cumplimiento del requisito que más puede allanar el camino de Belgrado hacia su posible adhesión a la UE. Hadzic es el último de los fugitivos de los Balcanes, y todos los informes presentados hasta la fecha por el fiscal jefe del TPIY, Serge Brammertz, citaban la falta de apoyo de Belgrado en su búsqueda. Ayer, sin embargo, saludó "la colaboración de las autoridades serbias", y pidió que mantengan "este ritmo de cooperación para que el TPIJ pueda acceder a los archivos y documentos necesarios para completar los juicios".
En unas declaraciones que también eran históricas para el tribunal, Brammertz no olvidó dar las gracias "a la comunidad internacional, sobre todo la UE, en la búsqueda de criminales de los Balcanes". Sin ocultar su satisfacción, recordó que ya no quedan renegados en las listas del TPIY. "En 18 años ha cambiado el panorama de la justicia internacional. En 1993 era imposible imaginar que llegáramos a este punto". Con todo, el fiscal subrayó que piensa pedir explicaciones a Belgrado "sobre la tardanza en detener a Hadzic". El pliego acusatorio describe la "asociación de malhechores" de la que habría formado parte "para expulsar [de un tercio de Croacia] a los ciudadanos que no fueran serbios". De este modo, "podría crearse un Estado únicamente serbio en el mismo lugar", sigue la acusación.
Todo ello sucedió cuando Croacia se independizó de Yugoslavia en 1990. La población serbia proclamó la República Serbia de Krajina, y una vez elegido presidente, Hadzic se alió con otros líderes serbios también inculpados por el TPIY. Algunos, como el ultranacionalista Vojislav Seselj, están siendo procesados por los mismos jueces. Ahora, ambos, junto con uno de sus mayores enemigos, el exgeneral croata Ante Gotovina, compartirán la misma cárcel.