Srebrenica, la vergonya d'Europa
Srebrenica llora de nuevo a los muertos en el genocidio
MIREIA RODRÍGUEZ MARÍN
SREBRENICA
"La gente se sentía muy segura en Srbrenica, pensaba que allí no les pasaría nada-" Un hombre corpulento, de facciones duras, piel curtida y mirada perdida. Samed Begovic, devora un cigarrillo tras otro cuando recuerda lo que ocurrió. El 11 de julio las fuerzas serbobosnias entraron en Srebrenica, una pequeña zona del norte de Bosnia Herzegovina que había sido declarada protegida por la ONU en 1993.
Los cascos azules holandeses no pudieron impedir la entrada de los hombres de Mladic en la ciudad, en la que entonces habitaban unas 30.000 personas. Esto fue el inicio de un genocidio, el mayor genocidio en Europa cometido después de la segunda guerra mundial. "Yo me salvé de milagro, mi padre y mis hermanos no sobrevivieron-" Samed pedía algo para los nervios a un médico. Ayer a las 5.30 horas de la mañana viajaba en un autobús repleto de gente hacía el memorial que tuvo lugar en Potocari.
El primero en llorar fue el cielo. La lluvia añadió más dificultades y tristeza a las familias que, 12 años después, podían enterrar a algunos de sus muertos durante la cruel limpieza étnica. Alrededor de 30.000 personas recordaron el genocidio y enterraron los 465 cuerpos que fueron identificados durante este año. De los 8.000 bosnio-musulmanes asesinados por las fuerzas de Mladic no han sido enterrados todavía ni la mitad de ellos. Después de la exculpación de Serbia por el Tribunal de La Haya, los principales criminales de guerra, Ratko Mladic y Radovan Karadzic siguen prófugos. Todavía no han sido encarcelados.
REZO MUSULMÁN Autoridades políticas y judiciales, como la fiscal del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, Carla del Ponte, y el copresidente bosnio, Haris Silajzic intervinieron en la ceremonia justo antes de que se iniciaran los rezos musulmanes encabezados por Mustafá Ceric. Cerca de 2.000 policías de la República Srpska, además de los equipos de de la policía de la misión europea (EUFOR), se encargaron de la seguridad alrededor del centro.
Los cadáveres fueron trasladados el pasado lunes desde Sarajevo a Srebrenica. Los camiones que transportaban los cuerpos dejaron atrás la famosa biblioteca, el mercado (también famoso por el obús lanzado por las fuerzas serbobosnias el 28 de agosto de 1995), y pasaron por los pueblos de Pale, Sokolac y Vlasenica hasta llegar a su destino. Allí, en Potocari, formaron una vez más un mar de ataúdes verdes. El verde del islam, el verde de Bosnia.