Los maestros de la República en Manresa.
Trayectorias, pedagogías y depuraciones

Josep Font era contable de profesión y fue una persona destacada dentro de la política manresana durante los años de la República. Militó en la Unió Socialista de Catalunya y, desde julio de 1936, en el PSUC cuando la USC se integró en él. También formó parte de la junta manresana del CADCI (Centre Autonomista de Dependents del Comerç i la Indústria), en 1937, y estaba sindicado en la UGT. En 1933 y hasta octubre de 1934 fue director del diario El Dia, de Manresa, de cuyo cargo tuvo que dimitir a causa de los Fets d’Octubre de 1934. En 1935 entra a trabajar como contable en el Sindicato Agrícola de Santpedor y comienza a trabajar de profesor en la Escola d’Arts i Oficis. En estos años tiene una gran actividad como propagandista de los ideales de la izquierda a través de sus artículos y conferencias. El mes de agosto de 1936 forma parte de la Delegación Comarcal del CENU en representación de la UGT y participa en la organización de la enseñanza pública en el Bages. Su familia también fue afectada por los pelotones revolucionarios incontrolados ya que su hermano, que trabajaba de criado en la masía de La Sala de Castellnou de Bages, fue asesinado. En el tiempo de la Guerra Civil también fue interventor, nombrado por la Generalitat, en la empresa manresana de artículos de cuero Hijos de Domingo Sala cuando fue colectivizada.

Una vez terminada la Guerra Civil se queda en Manresa y el día 5 de septiembre de 1939 los agentes de la autoridad se presentan en su casa para practicar un registro; le encuentran algunos documentos comprometedores y libros de tendencia izquierdista y revolucionaria, por lo cual es detenido y encerrado en la cárcel de Manresa. En base a estos hechos y a las declaraciones que se toman a diversos testigos de Manresa y Santpedor, la Auditoría de Guerra de la 4 ª Región Militar le acusa de “auxilio a la rebelión militar” debido a su reconocida militancia izquierdista y amplia actividad política. Los informes que hacen de él la Guardia Civil, la Falange y el Ayuntamiento de Manresa son muy negativos. En el informe del Ayuntamiento se considera que su libertad sería un peligro y un mal ejemplo para la población, mientras que en el de la Falange se dice que “desde su diario difamaba la religión, exaltando los ánimos de los simpatizantes rojos”. También recibe algunas acusaciones de personas que se consideraban afectadas por su actuación como contable del Sindicato Agrícola de Santpedor.

El 20 de enero de 1942 el Tribunal Militar le impone 9 años de reclusión mayor como condena por todos sus delitos políticos; en 1946 solicita un indulto acogiéndose al Decreto de 09/10/1945; el 12/06/1946 la Fiscalía Jurídico-Militar acuerda concederle el indulto por la pena principal pero no por las accesorias. El 04/03/1948 presenta otra instancia solicitando acogerse al indulto que, finalmente, le es concedido el 07/05/1948, cuando sólo faltaban 4 meses para cumplir los 9 años de reclusión.