Los maestros de la República en Manresa.
Trayectorias, pedagogías y depuraciones
La construcción de nuevos edificios y la inauguración de nuevas escuelas
Desde el primer momento, dos de las preocupaciones más acuciantes de las autoridades del ayuntamiento republicano fueron la escolarización de toda la población en edad escolar y la salubridad y la higiene del alumnado de los centros públicos, ya que las condiciones de la mayoría de los centros escolares eran precarias, con aulas insuficientes, mal ventiladas o mal iluminadas. Un edificio especialmente en malas condiciones era el Colegio de Sant Ignasi.
Una de las acciones que emprendió el ayuntamiento republicano fue trasladar los alumnos de varias escuelas de primaria que estaban en instalaciones precarias hacia edificios más seguros y mejor preparados para las tareas educativas: este fue el caso, por ejemplo, de la escuela del maestro Josep Albagés, que pasó a ocupar dos aulas del ala izquierda del Grup Escolar (actual Instituto Lluís de Peguera), donde impartía la enseñanza secundaria.
A continuación, se alquilaron los locales para emplazar cuatro nuevas escuelas unitarias: dos en el barrio del Poble Nou –inauguradas en marzo de 1932, en el número 57 (actual 26) de la calle Mayor y en el número 90 de la calle de Barcelona–, una en Les Farreres y la otra, llamada “de los Depósitos”, en la carretera de Santpedor, 102, junto a la plaza Mallorca. Las dos últimas fueron inauguradas el día 14 de abril de 1932, primer aniversario de la proclamación de la República. Las cuatro eran escuelas mixtas pequeñas (de unos 50 alumnos cada una), que disponían de un material pedagógico moderno, y que socialmente cubrían las necesidades de unas barriadas hasta entonces carentes de servicios de enseñanza.
Entre 1932 y 1934 se inauguraron cuatro
escuelas unitarias y dos grupos escolares.
Un año más tarde, se inauguraban las Escuelas de la Bonavista (a partir de 1939 recibirían el nombre de Padre Algué), situadas en el chaflán de los Docks (actual calle de Jacint Verdaguer) con la carretera del Pont de Vilomara. Se ubicaron en un local, con terrenos anexos, alquilado por el Ayuntamiento a Antoni Clotet, propietario de una antigua fábrica textil que ya no funcionaba. Comprendían siete aulas y un parvulario con una capacidad total para 400 alumnos, la mayoría de los cuales procedían de las escuelas del viejo edificio de Sant Ignasi.
La política escolar municipal de esta época vio su lucimiento con la construcción del Grup Escolar Renaixença, la creación de la Escola Municipal de Música y el empuje dado a la Escola d’Arts i Oficis, además de impulsar las colonias escolares.
En el verano de 1933, el presidente de la Comisión de Cultura, Isidre Costa, hacía balance del trabajo realizado y de lo que quedaba por hacer en la escuela pública: crear una Oficina Municipal de Cultura para gestionar el censo escolar y la creación de una ficha sanitaria de todos los alumnos de la ciudad.
El día 15 de septiembre de 1934 el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, inauguró el edificio del Grup Escolar Renaixença, el exponente máximo de la política escolar del Ayuntamiento de Manresa y del gobierno de la Generalitat.